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El árbitro Gil Manzano terminó el partido justo cuando Jude Bellingham marcaba el gol del triunfo para los merengues.
El Real Madrid empató ante el Valencia en su visita al Mestalla, en un encuentro que terminó con mucha polémica.
Los locales derrotaban a los punteros de LaLiga por 2-0, pero el marcador sería igualado por un doblete de Vinicius Jr.
El trámite del encuentro además contaría con la escalofriante lesión del defensor del Valencia, Mouctar Diakhaby, luego de que Aurèlien Tchouaméni cayera sobre su pierna derecha provocándole una grave fractura.
Con este acontecido encuentro y un empate en el marcador, los dirigidos por Carlo Ancelotti buscarían quedarse con los tres puntos, asediando la portería local.
No sería hasta los descuentos que Brahim Díaz enviaría un centro al área que encontraría a Jude Bellingham, quien marcaría lo que era el triunfo merengue.
Sin embargo, en medio del centro del español en el minuto 98:40, el árbitro Jesús Gil Manzano pitaría el final del encuentro, dejando sin validar la anotación del Real Madrid.
Ante esta situación, los madridistas se volcarían en contra el juez para reclamar aireadamente por considerar injusta su determinación, la cual los privaría de sumar de a tres.
En medio de las quejas del cuadro capitalino, el propio Bellingham se iría expulsado por Gil Manzano.
Lo anterior fue considerado por los fanáticos del cuadro madridista como un "robo" y "una vergüenza".
Tras el encuentro, Vinicius Jr. expresaría su molestia ante el actuar del árbitro, asegurando que "hemos conseguido empatar y al final no hemos ganado porque no nos han dejado".
Por su parte, el DT del Madrid, Carlo Ancelotti señaló que "ha pasado algo inédito. Después del rechace hemos tenido la posesión y la jugada tenía que parar cuando el Valencia entraba en la posesión del balón. Si pita cuando el portero rechaza el balón… Pero ha dejado continuar, teníamos la posesión y creo que se ha equivocado".
Respecto a la expulsión de Bellingham, la cual fue consignada en el informe arbitral por acercarse al juez con "actitud agresiva y a gritos, repitiendo en varias ocasiones it's a fucking goal' (es un jodido gol)", el italiano señaló que "el jugador ha sido claro en lo que ha dicho, obviamente se ha acercado de manera vehemente después del gol como es normal después de lo que ha pasado, pero no ha sido un insulto en absoluto".
